Título: José Antonio Ramos Sucre
Autora: Alba Rosa Hernández Bossio
Colección: Biblioteca Biográfica
Venezolana, volumen 49.
Editorial: El Nacional /
Bancaribe, Caracas, 2007.
Formato: pdf
El mayor poeta venezolano de todos los tiempos murió en Ginebra, a los 40 años. El día que los cumplió, decidió buscar paz en la muerte, convencido de que no tendría ninguna otra alternativa para el insomnio que lo torturaba como una despiadada condena. Percibió que había perdido sus facultades creadoras, sintió que lo rodeaban el abismo y la soledad. «Los insomnios, de una tenacidad inverosímil (le escribió a su amigo José Núcete Sardi), amenazan de cerca mis facultades mentales». Con lucidez admirable, le añadió: «El sistema nervioso es un escombro». José Antonio Ramos Sucre escribió tres obras estelares: La torre de Timón, Las formas del fuego y El cielo de esmalte. Muy poco comprendidos en su tiempo sus poemas en prosa, el poeta no dudó de que los escribía para el futuro. En lugar de besos y juguetes tuvo una madre lejana y áspera. De allí nació el desasosiego que no le dio tregua. Del desasosiego, su poesía. Escribir la biografía del gran poeta es tanto como intentar un interrogatorio incesante: descifrar cada enigma, cada palabra, cada gesto. Tarea semejante no se asume a menos de que todos los instrumentos hayan sido afinados; así, cuando Alba Rosa Hernández Bossio comenzó a escribir, o, sea, a interrogar las múltiples esfinges de la vida y la obra de Ramos Sucre, ya conocía a fondo sus poemas en prosa, la singular cultura clásica del poeta, su obsesión con la muerte. Ella nos dice: «Como en toda su poesía, no hay miedo sino deseo y regocijo de morir. De ahí se sobrentiende que el mal y el sufrimiento pertenecen a la vida, no a la muerte, que es nostalgia de regresar al seno de la materia original». En suma, una biografía escrita para vivirla, disfrutarla o, quizás, padecerla.
Simón Alberto Consalvi
Caracas, 2007