Como responsable de lo que entra y sale de tus bolsillos, es probable que frecuentemente te estés preguntando cómo hacer un mejor uso de tu dinero. Los siguientes tips los puedes aplicar como una herramienta práctica para evaluar la conveniencia de una compra cada vez que te enfrentes a la decisión de adquirir algo, sobre todo cuando son compras no recurrentes.
- Reflexiona acerca de la necesidad de la compra: ésta es la famosa prueba del ácido que por lo general se aplica a las decisiones de compra cuando queremos estar seguros de que es realmente una necesidad y no un capricho. Aplica la regla de las 48 horas: si en 48 horas no lo necesitas o aun no estas convencido, entonces lo más probable, es que sea un artículo no necesario. Por ejemplo: un nuevo mueble para la casa, una nueva camisa o vestido para una fiesta, o el equipo electrónico que tantos quieres. Este hábito es ideal para evitar hacer compras compulsivas y disminuir los gastos innecesarios en los que muchas veces incurrimos por tomar decisiones apresuradas o que obedecen más a un estado de ánimo temporal, como sentirse muy feliz o sentirse deprimido
- Ten un número en mente: piensa en el monto aproximado del valor de la compra, averigua precios, referencias y pregúntate si ese gasto se adapta a la situación actual de tus finanzas. Si estás considerando incurrir en un gasto extraordinario que no tenías planificado, recuerda que antes debes haber garantizado el dinero que mensualmente utilizas para cubrir los gastos fundamentales y el pago de deudas. Tener un presupuesto y la referencia de precios también puede ayudarte a negociar y detectar oportunidades (como una eventual oferta) y estar preparado para saber cuándo es conveniente adelantar la compra de algo que vayas a necesitar a futuro, como hacen muchas personas al adelantar la compra de útiles escolares, paquetes vacacionales, regalos de navidad, entre otros, y de esa forma, incluso podrías protegerte de los aumentos de los precios.
- Evalúa si es posible financiarlo: Si estás pensando usar tu tarjeta de crédito (TDC), un crédito adicional a tu TDC o un crédito personal, verifica que la nueva deuda no representará una carga demasiado pesada para tus gastos mensuales. Recuerda que la suma de tus cuotas mensuales de créditos no debe superar el 35% de tus ingresos mensuales. Este punto es especialmente válido para los gastos extraordinarios o no recurrentes que puedas financiar. No es recomendable financiar gastos corrientes.
- Decide sobre los hechos: evita dejarte llevar por la publicidad y tómate un tiempo razonable para comparar características y buscar referencias no sólo del producto o servicio que deseas adquirir sino también del proveedor. Hoy en día es bastante más sencillo porque te puedes ayudar con los comentarios que dejan otras personas en foros especializados o en las redes sociales y así te puedes ahorrar un mal rato al evitar comprar un producto que no llene tus expectativas o hacer negocios con una persona o empresa que no tenga los estándares de servicio que tu esperas.
- Evalúa las condiciones: si ya seleccionaste el producto y el proveedor, chequea todas las normas que apliquen a la compra, como las condiciones de pago y opciones de financiamiento, comisiones, garantías, políticas de devolución o reembolso y asistencia o servicio técnico. Guarda todos los comprobantes de la compra y documentos asociados (como las facturas, recibos, contratos y soportes de garantía).
Tomar el control de tus finanzas es también ser consciente de cómo tomas tus decisiones de compra, es decir, identificar tus patrones de consumo. Pon en práctica estos tips para que puedas ayudarte con la administración de tus gastos, hacer los ajustes que sean necesarios y garantizarte el bienestar financiero que te brindará una mejor calidad de vida.
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